EL sutil arte de que te importe una Mi*rda, Si no lo has leído, es muy probable que notaras la capa del libro de Mark Manson, donde el autor nos lleva a una reflexión sobre la importancia de distinguir y de elegir lo que es importante de lo que no lo es.
Hace unos días atrás note dos publicidades una de Mercedes-Benz AG y otra de Ford Motor Company ambas me llamaron la atención por que coincidían en la estructura de la publicidad, por un lado Mercedes Benz nos cuenta la historia de Bertha Benz y su hazaña de realizar el primer viaje de larga distancia en 1888 en compañía de sus hijos, y por otro lado Ford nos cuenta la historia de Aloha Wanderwell la primera mujer en dar una vuelta al mundo pasando por 80 países entre 1922 y 1927. En automóvil obviamente.
Ambas historias resaltan a dos grandes mujeres, pero me llamo principalmente la atención la historia de Bertha Benz, ella hace un viaje para visitar a sus padres pero en la realidad lo que ella quería era que la gente conociera la invención de su esposo Karl, e impulsar su empresa familiar.
Cuando Mark Manson escribió su libro “EL sutil arte de que te importe una Mi*rda” su principal enfoque me parece centrado en las decisiones que tomamos y nos afectan de manera personal, pero esta misma reflexión de Mark la podemos trasladar a la forma que elegimos personal o empresarialmente, lo que es importante de lo que no con relación al mundo.
Hoy en día las empresas del sector de alimentos están implementando diversas soluciones para disminuir el desperdicio. Actuar es importante, pero es más importante aun lo que nos motiva a actuar, ya que eso determinara la magnitud de impacto que conseguiremos.
Algunas empresas simplemente lo ponen en la basura, otras por su cuenta o con ayuda de terceros hacen todo por comercializar sus mermas de alimentos para reducir el desperdicio. Estas empresas podrían reducir su desperdicio y al mismo tiempo contribuir a reducir el hambre en el mundo.
¿Porque muchas no lo hacen? porque que lo hacen por una decisión operativa o financiera, ya que las empresas que contratan plataformas como EatCloud lo hacen, porque su decisión va más allá de un número, va de personas, va de hacer un mundo mejor colaborando.
Jorge Illich Carpinteyro Espinosa